martes, 4 de mayo de 2010

Sin título II





Un baño sucio y olvidado donde permanecer eternamente.
A donde regresar para limpiarte,
en donde podré frotarte.

En donde poder ahogarte y contemplarte bajo el líquido,
con los ojos como platos.

Hasta que mi carne sea dura y templada,
y la tuya dura y fría, casi violácea.




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