My thai friend

En Tailandia la gente lleva mote, no suelen ser conocidos por su nombre de pila.
A mi amigo yo lo llamaba Jo-Jo,
conducía un Tuk-Tuk y pasó de ser mi chófer oficial,
a mi guía, y de ser mi guía pasó a ser mi amigo.

Me mostró el Bangkok oscuro ,sexo y barriadas.
En este país es posible ver pobreza, pero es difícil ver miseria,
como puede ocurrir más fácilmente en latinoamérica.

A pesar de ser una ciudad tan grande y caótica, estoy convencido
de que en mi próxima visita me lo encontraré de nuevo.

Antes de irme me regaló un colgante con un Buda
dentro de una urna de cristal
para que me acompañe y me proteja.
También me dejó conducir su tuk tuk.


Aprendí de él y lo recuerdo con cariño.

Alimentó mi espíritu y mi alma;
y eso es lo que diferencia a las personas verdaderamente
importantes en la vida, del resto.